Después de aquella despedida trágica en la que felizmente
mientras pasaba por inmigración y me despedía de todos los que considero
una familia para mí. Estuve unos 15 minutos en los que lloraba sin
parar. ¿Motivo? No lo sé. Quizás, el dejar todo lo que tenía en La Habana
o en Cuba. O quizás saber que me enfrento a un mundo desconocido para
mí.
En fin, cuando llegó la calma. Comencé a ver las cosas
positivas de este viaje. Por ejemplo, que me he ganado una beca en una
de las Universidades más prestigiosas de España y tengo la oportunidad
de venirme acá a disfrutarla.
Pero viajar en Iberia tiene sus ventajas. Una de ellas y que de seguro muy pocos de los que salen de este país tienen
la suerte, es que la persona que te atiende en Inmigración después de
unos minutos de tener el pasaporte en la mano; ojearlo de alante para
atrás y de atrás para alante; no hacerme ni una sola pregunta y
finalmente poner su marca en mi presente documento de identificación
permanente.
Ventaja número dos… el vuelo en hora, sin retraso y una organización muy muy al estilo capitalista.
Ventaja número tres... en un ordenador observas el vuelo en tiempo
real y desde tu asiento dispones de lo último en materia de
entretenimiento, series, películas, juegos. Con almohada y manta
incluida. Un viaje de lujo.
Y una cena espectacular, como si estuvieses en casa.
En todo el viaje no pegué un ojo con temor a perderme algo, salvo en el momento en que
se me cerraron unos minutos mientras miraba el reloj del pasillo que
inicialmente tenía las 4 am (hora de Cuba); de pronto siento una
claridad inmensa por la ventana y cuando miro el reloj son las 10am (uso
horario del mediterráneo). A partir de ese momento supe que iba a
costarme dormir un poco. Me decía una vecina de asiento que es sólo
cuestión de acostumbrarse.
El viaje de lo más normal. Salvo por el frío del aire acondicionado, y algunas turbulencias, todo lo demás tranquilo.
Un buen aterrizaje. El aeropuerto Barajas ni les cuento.
Inmenso. Me pasé dos horas para salir. Hasta un tren
subterráneo tuve q coger para llegar a la estación central.
Me pateé medio aeropuerto como dicen los
españoles, buscando el tren para llegar a la central. Muchas puertas
eléctricas casi ninguna se abrían o no sabía abrirlas. Y después; que
trabajo para encontrar la maleta. Joder que aeropuerto más grande. Todo
muy limpio. Gente por donde quiera. El clima es como el de Cuba al menos
en esta época del año. Pero con menos calor. Me dice Rudi el vecino mío
que vive aquí hace un tiempo que vine en una época buena porque así veo
todas las estaciones del año.
El centro de Madrid es muy lindo. Cuadras llenas de
tiendas. Negocios. Cafeterías. Nos metimos media hora buscando parking.
Fuimos buscando un lugar para comer algo y nos topamos con la hora de
almuerzo. Pues aquí se come a las 2:00 pm y los negocios cierran entre
las 2:00pm y las 5:00pm.
Pasamos al final a un bar por unas cañas(cervezas).
Una observación: En España no se siente la sequía. Todas
las fuentes con agua y en los puestos todo tipo de frutas y vegetales
frescos y todo súper limpio.
Acá lo que sucede que todo cuesta y un céntimo es un céntimo. Debes dosificarte, pero hasta el momento todo marcha bien.
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